
Esta espectacular vivienda se articula alrededor de un gran lago-piscina, en cuyo centro se alza un sugerente pabellón, conectado a tierra firme por una pasarela. La exuberancia exterior se equilibra con una decoración interior escueta y exquisita.
El responsable de la ejecución de esta vivienda, situada en Santo Domingo, fue el arquitecto Pascal van der Kelen.

Unas vistas paradisíacas, materiales cálidos y agua por todas partes.
Los techos de caña, la increíble pasarela que conecta el pabellón con la casa y que está formada por bloques de madera, el mobiliario a medida fabricado en maderas tropicales... son la esencia de estas construcciones.

Espacios diáfanos, mobiliario de líneas depuradas, tonos blancos, beis, arena... para los revestimientos.

El dormitorio principal y el reservado para los invitados, uno en cada planta de la casa, se abren completamente a la gran piscina y permiten contemplar los pabellones y conectar el interior y el exterior gracias a amplios ventanales.

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