Si tus nervios no soportan que su habitación sea una leonera, fíjate en estos trucos que os ayudarán a mantenerlo en orden en el dormitoio de tus hijos.
Consejos para que a tus hijos les resulte fácil mantener su cuarto en orden.
Acceso directo. Hasta que los niños desarrollan la paciencia, su frenética actividad les impide almacenar un juguete si para ello necesitan hacer más de un movimiento. Si no quieres que acaben con la tuya, coloca jugueteros y cajas abiertas que les permitan lanzar dentro sus cosas en sólo un segundo.
Códigos de color. La clasificación de los juguetes evitará que tu hijo revuelva toda la habitación en busca de ese dinosaurio de plástico que no sabía dónde estaba. Enséñale a agrupar muñecos, piezas de construcción, armas de plástico y balones de todos los tamaños en contenedores distintos. Le resultará más fácil si cada recipiente es de un color diferente.
Cajones con separadores. Además de las pinturas, hay toda una infinidad de juguetes de pequeño tamaño (cartas, muñequitos que se incluyen en huevos de chocolate, dados, peonzas…) que desorganizan el espacio. Si los guardas dentro de cajones, a ser posible con organizadores internos, dejarás de encontrarlos en los rincones más insospechados de la casa.
Las cajas de plástico son una buena opción para que los niños más pequeños guarden sus juguetes.
Si lo que buscas es un mueble que pueda servir con el tiempo,incluye un buen armario y reserva los estantes que queden a su altura para que tu hijo almacene sus cosas.
Crea una rutina de estudio destinando un espacio a zona de trabajo.Si se habitúa a dibujar en un mismo sitio, cuando tu hijo se haga mayor le costará menos enfrentarse a los deberes. Ten en cuenta que un rincón de estudio ordenado favorece la concentración.
¿Te interesa tener su ropa a mano? Haz un vestidor con una barra, módulos debajo y una estantería. Si en el futuro modificas la distribución de su cuarto, úsalos para guardar libros y complementos. Accede con comodidad a las prendas de más uso situándolas en los estantes centrales.
Un baúl tiene muchas ventajas. Ofrece una buena capacidad de almacén para guardar juguetes, cerrado sirve de banco y, si lo sitúas justo al lado de la cama, su superficie puede ser una práctica mesilla de noche.
Cuando se trata de niños, cada milímetro es imprescindible. Por ejemplo, el espacio que queda debajo de la cama puede resultar clave para almacenar muñecos si los guardas dentro de cajas, como éstas, laqueadas en colores.
Saca todo el partido a la habitación con muebles que tengan varios usos. Fíjate en este sofá. Debajo del asiento acolchado incorpora cuatro prácticos cajones, ideales para guardar muñecos y esa multitud de juguetes pequeños que siempre rondan por el cuarto creando sensación de desorden. Además, resultan útiles para almacenar ropa de otra temporada o sábanas.
La lucha para que la habitación esté siempre ordenada será menos dura si colocas jugueteros con formas atractivas que le ayuden a considerar el orden como una parte más del juego. Este diseño con forma de tren resulta muy atractivo para los niños porque sus vagones son cajas abiertas que permiten meter los juguetes con facilidad, “pasearlos” y mantenerlos en orden cuando dejen de jugar.
Hazte con un juguetero amplio para los muñecos grandes, los balones que ruedan por todos sitios, las raquetas y otros juegos que, por su forma o tamaño, sean difíciles de guardar. Si incorpora ruedas no costará esfuerzo moverlo.
Conviene que el dormitorio del bebé también esté ordenado, en especial la zona del cambiador. Este diseño incorpora bolsillos para tener a mano los pañales, el biberón, el cepillo… Además, se puede colocar sobre cualquier cómoda y retirarlo cuando tu bebé crezca.
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