La cultura marroquí ha sido fuente de inspiración para distintas disciplinas artísticas, así como para la arquitectura y la decoración. La concepción de jardines y espacios exteriores es muy importante en la decoración marroquí, los muros encalados, los sillones de jardín de madera con cojines multicolores, esteras y toldos con franjas de colores brillantes para resguardar las terrazas en las calurosas tardes de verano, hamacas colgantes para reposar al fresco, y todo elemento que se asocie con la calma y el calor.
La decoración marroquí está asociada con el sol y la arena, las palmeras y el calor, por tanto es una decoración fresca, con elementos naturales, colores brillantes, abundancia del blanco y el beige, puntos de agua para refrescar el ambiente, plantas, mobiliario rústico. Elementos de la decoración marroquí:
Para ambientar una habitación en la decoración marroquí, las paredes tendrán acabados rústicos en blanco o colores muy claros, con tapicería de telares crudos y coloridos como único elemento decorativo de las mismas.
El mobiliario será de maderas naturales sin acabado, de líneas simples. Los cojines y cobertores, aportan calidez y confort a estos muebles más bien toscos.
Las artesanías mudéjar son elementos infaltables en la decoración marroquí. Los objetos de barro, de forja o madera, armonizan con cualquier rincón.
La cerámica es un elemento destacado en la decoración marroquí, puede emplearse para pisos, paredes, como recubrimiento de muebles, como decoración en fuentes, estanques, guardas en las cornisas de los techos, o en los antepechos de aberturas.
Mesas redondas de tamaño reducido con tapa de cerámica, son ideales para ubicar una lámpara para la lectura junto al sofá, o para iluminar un rincón especial.
También los biombos son elementos dominantes en la decoración marroquí, confeccionados con distintos materiales, desde el hierro forjado, la madera labrada, las cerámicas y también con telas ricamente trabajadas.
Las artesanías mudéjar son elementos infaltables en la decoración marroquí. Los objetos de barro, de forja o madera, armonizan con cualquier rincón.
La cerámica es un elemento destacado en la decoración marroquí, puede emplearse para pisos, paredes, como recubrimiento de muebles, como decoración en fuentes, estanques, guardas en las cornisas de los techos, o en los antepechos de aberturas.
Mesas redondas de tamaño reducido con tapa de cerámica, son ideales para ubicar una lámpara para la lectura junto al sofá, o para iluminar un rincón especial.
También los biombos son elementos dominantes en la decoración marroquí, confeccionados con distintos materiales, desde el hierro forjado, la madera labrada, las cerámicas y también con telas ricamente trabajadas.
Los colores de la decoración marroquí serán vibrantes, rojos, azules, verdes, amarillo, dorado y plateado.
Los tapices y alfombras marroquíes son famosos por su calidad y colorido, combinan con cualquier ambiente y son un elemento cálido para los inviernos de temperaturas menores a los de Marruecos.
En definitiva, todo motivo mudéjar puede agregarse a los elementos decorativos tanto como a los constructivos para lograr un ambiente marroquí.
Los tapices y alfombras marroquíes son famosos por su calidad y colorido, combinan con cualquier ambiente y son un elemento cálido para los inviernos de temperaturas menores a los de Marruecos.
En definitiva, todo motivo mudéjar puede agregarse a los elementos decorativos tanto como a los constructivos para lograr un ambiente marroquí.
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