

Cada rincón del hotel se interpreta como un canto al minimalismo, una invocación a la originalidad estética que evita caer en el fácil recurso de la geometría decorativa y floral del extremo oriente. Su ambiente de exquisita sencillez facilita el apego de la clientela ejecutiva.
Lejos del estándar impersonal que envuelve a la mayoría de los hoteles modernos en las ciudades, ofrece unas estancias algo estrechas, aunque mimadas hasta el último detalle y vestidas con fina marquetería en madera. Cabe un sillón, el maletero, la peana del televisor, una mesita baja y el escritorio de trabajo.
Los cuartos de baño, empelechados de mármol verde con vetas, sintetizan su utilidad en una pila central de diseño y una repisa de cristal grueso. Como continuación de la recepción y el vestíbulo, la biblioteca-salón de estar, con juegos decorativos de influencia japonesa, ilustra la armonía entre estética y cometido. Como en todo el hotel, la esfuerzo decorativo casi no se ve, simplemente se siente.



2 comentarios:
Excelente bog y muy buen post, realmente llegué a tú blog por casualidad, pero la verdad he visto varios post y me han parecido muy interesantes, te seguire leyendo frecuentemente.
Un saludo.
Muchisimas gracias Gustavo!!
Nos encanta que participes y opines en los post!!
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