Eligiendo material para los accesorios del baño

El dispensador de jabón y el vaso para los cepillos de dientes como mínimo, son casi imprescindibles en el cuarto de baño junto al lavabo al menos para mí, en realidad a mi me gusta si dispongo de espacio suficiente tener más accesorios, cestillos o bandejas, jaboneras convencionales, algodoneras… He vivido en varias viviendas y en cada una de ellas he tenido uno o más juegos de organizadores de baño, he probado un montón de estilos y materiales

diferentes y he comprobado que casi todos tienen pros y contras.

Normalmente a la hora de elegir este tipo de accesorios nos dejamos llevar por la moda, hace unos años se pusieron muy de moda los acrílicos, después fueron tendencia los cerámicos, también el metal y los cromados… recientemente la madera y las fibras naturales se han incorporado también como materiales de fabricación de este tipo de complementos, es tanta la variedad que llega a ser complicado decidirse, a la hora de elegir hay varias cuestiones a tener en cuenta.

La madera y las fibras naturales son muy bonitas, cálidas, elegantes… de entrada parece una opción muy atractiva para los accesorios de baño, en ocasiones incluso viene combinada con ribetes en piel, la verdad es que en lo estético hay diseños geniales, pero hay que pensar en el uso, si adquirimos este tipo de accesorios, deberemos ser muy cuidadosos con la humedad en la zona en la que los coloquemos, por muy bien tratada que esté la madera o las fibras naturales, la humedad siempre acaba por deteriorarlas.

Además de que el agua pueda acabar por deformar nuestros accesorios, si la madera o las fibras han sido tintadas también puede hacer que destiñan, esto es muy latoso, porque no sólo se deteriorará nuestro complemento al perder su color, sino que nos manchará el lavabo y su encimera cuando destiña, comprobemos bien antes de comprarlos que no tengan tinte coloreado y que sean lo más resistentes posible a la humedad, sino la compra no nos compensará.

El vidrio y en general los materiales cerámicos, son una de las opciones más habituales en los accesorios para el cuarto de baño, en cuanto al vidrio transparente es realmente bonito, cuando vemos los frascos vacíos, pero cuando los llenamos deberemos tener cuidado con el color del jabón, ya que quedará a la vista y o estamos todo el rato limpiando y secando o el vidrio marcará todas las manchas incluso de agua con jabón o con pasta de dientes… En ese sentido los cerámicos opacos son más sufridos.

Pero también los cerámicos tienen un claro inconveniente y es la facilidad con la que rompen, me considero una persona cuidadosa, pero aún con todo el cuidado un pequeño golpe, un suave desliz… y la cerámica estallada o con una esquina rota, además en casa siempre entra más gente, no pasará mucho tiempo hasta que nuestro hermoso juego cerámico de accesorios para el baño parezca el santo de los croques, eso no significa que no podamos comprarlo, el precio no es elevado y por lo tanto con una renovación frecuente, tendremos el problema solucionado.

Que decir del metal, yo soy una enamorada del acero, siempre me ha parecido de lo más higiénico, discreto y elegante, pero debe ser de buena calidad, es decir, debe ser totalmente inoxidable, no podemos comprar accesorios metálicos baratos, necesitamos algo que nos garantice que en el baño con el agua y la humedad no se va a estropear, si no es así los accesorios acabarán, no sólo oxidándose, sino manchando de naranja aún encima la superficie sobre la que se apoyen.

Por muy secos que queramos tener este tipo de accesorios, por mucho que los limpiemos y los sequemos a menudo, es inevitable que con el uso se mojen y se humedezcan y he visto ya en varias casas, dispensadores de jabón que inevitablemente terminan por oxidarse con lo cual hay que tirarlos y comprar accesorios nuevos, típico ejemplo del refrán lo barato sale caro.

Así que en el caso de no querer hacer una gran inversión yo he decidido que no hay nada mejor que los acrílicos, los hay en el color que queramos desde transparente hasta negro, pasando por dibujos, rayas, flores, lunares… También colores lisos intensos, fluorescentes… También cromados, aunque el cromado acaba por irse puede durar traquilamente unos cinco años… Es decir, en acabados hay mucho donde elegir, además los acrílicos no se oxidan ni se rompen, esa es su ventaja con respecto al metal y los cerámicos respectivamente.

No se deterioran con la humedad, podemos aplicar sobre ellos cualquier producto de limpieza, incluso lejía, esta es la ventaja que tienen con respecto a la madera y las fibras naturales,en definitiva tienen un montón de ventajas, el único inconveniente es que al ser más baratos y como plásticos, se asocian con una menor calidad o elegancia, pero a mi eso me da igual y me parecen de lo más cómodo en todos los sentidos, así que son los que yo utilizo ahora, los renuevo cada cierto tiempo cuando me canso de ellos pero no me dan ningún problema.